cuando los mil ojos de mis dedos
saben tu cuerpo estremecido
escampa el día
a la sombra de tu cabellera,
un océano de suspiros
es tu aliento,
manantial de corpúsculos secretos de la luna
es tu voz,
tus besos
son corceles libres sobre praderas de esquivos horizontes,
y nace tu mirada como un capullo
en la altiva caracola de la rosa roja.
sábado, 27 de octubre de 2012
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