sábado, 4 de septiembre de 2010
Como arriba abajo
He vuelto de la cumbre,
asombrado de luz,
embriagado de viento,
a la calma del valle.
La piedra que fue cúspide
es arena en la playa.
Las aguas bravías
manso espejo del lago.
La rama del barranco
humus que nutre semillas.
He vuelto de la cumbre
con los ojos internos abiertos,
con la piel ávida,
y la paz en el alma.
Olvidé el ascenso,
olvidé la búsqueda,
la Ilusión,
el vértigo:
lo visto allá arriba,
descansa acá abajo.
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Te digo amigo y no pido perdón por usar esta familiaridad,me gusta así aún con gente que no conozco. Tu poesía me agradó sin leerla dos veces, Es bueno cuando la sensibilidad escribe de corrido. Saludos
ResponderEliminarJosé:
ResponderEliminarGracias por tus comentarios.
Me parece interesante eso de buscar a Dios entre la gente.
Saludos