Navidad
de dónde venís bebé
con los pies cubiertos de estrellas
con la piel fragante de sol
con esos ojos
que son dos mundos serenos
de dónde venís bebé
que a tu paso la hierba crece
y las florcitas bailan
que el corderito bala
y mis temores caen
de dónde venís bebé
que volvés a abrir en mi alma
el camino de la tierra prometida
de dónde venís bebé
de ese mismo misterio
en que dios nos ha soñado
lunes, 19 de diciembre de 2011
martes, 6 de diciembre de 2011
El Pedido

1ER. CONCURSO DE NARRATIVA Y POESÍA PARA ADULTOS MAYORES
CUENTO SELECIONADO

TRES BOCAS TIGRE BUENOS AIRES ARGENTINA
El pedido >
Y si no vas a trabajar.
Dale, Alberto, dale. ¿Qué tal si nos vamos a pasear por el Tigre? Acordate que siempre me decís que el agua te calma. Nos vamos a media mañana y tomamos la lancha colectivo que va entre las islas. En esta época todo está muy verde y las azaleas estallan de flores. Nos bajamos en las Tres bocas, donde se junta el arroyo Santa Rosa y los ríos Sarmiento y San Antonio” y comemos en El Hornero, debajo de esa glicina tan grande que parece un techo lila. ¿Te imaginás? ¿Te imaginás después de comer, caminando bajo los sauces blandos y los álamos esbeltos? Me gusta mirar las casas sobre los pilotes, las hortensias y esos lirios amarillos que nacen en las partes anegadas. Y los pájaros, tan libres…

RESTAURANTE EL HORNERO
Pero sí, Alberto. Ya tenés edad de sobra para estar jubilado. Se van arreglar si no estás un día. ¿Qué van hacer cuando vos no estés? El tiempo no vuelve para atrás.
Claro que puede venir María, que puede venir Pablo, pero los chicos ya están grandes. Van a entender. Y además siempre llaman antes de venir.
Justamente lo que te estoy proponiendo es que descansemos. Bueno, entonces hagamos un paseo cortito por acá, por Parque Chas. Vamos por una de esas calles que van dando la vuelta y que terminan en el lugar de donde uno salió, y caminamos al paso lento por la veredita del sol. Yo me cuelgo de tu brazo. Y cuando nos cansamos nos sentamos en un banco a darle de comer a las palomas, como cuando éramos novios y yo terminaba faltando a la academia. ¿Te acordás? ¿Te acordás? ¡Qué jóvenes éramos! ¡Cómo ha pasado el tiempo! Me parece que nos hemos vuelto demasiado formales. Hay que hacerse una escapada de vez en cuando. ¿No te parece? Y después vamos a tomar un te en una confitería. Con un pedacito de torta de manzana con canela. Esa que te gusta tanto. No me digas que no sería hermoso.
– Señora.
– ¿Qué Rosita?
– Ya están todas las abuelas en el comedor para la cena.
– Está bien, pero dejame un momento que guardo las fotos y voy…
domingo, 4 de diciembre de 2011
Desierto
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